XALAPA, Veracruz. Cafetaleros en las regiones productoras de Veracruz protestaron por los bajos precios que empresas pagan por sus cosechas y acusaron que no es un precio competitivo, por lo que perjudica a quienes viven de la siembra y cosecha del grano.
Aseguran que no pueden competir con los grandes productores, a quienes les pagan el café casi al doble de lo que les pagan a ellos.
Al inicio de esta temporada de cosecha había optimismo, porque comenzaron con un precio de compra de 24 pesos por kilo, pero conforme avanzó y comenzaron a llegar los caficultores de las grandes extensiones, los pequeños productores vieron caer estrepitosamente el precio de su producto hasta los 11 pesos, lo cual, para ellos, ya no es rentable.
En la primera quincena de diciembre, los productores se vieron beneficiados porque el precio del café robusta había tenido un incremento que no habían visto desde hace 20 años, debido a que las heladas en Brasil provocaron una pérdida importante de grano y frenó las importaciones al país.
Conforme avanzó el corte, los productores vieron con esperanza que podrían mantener ese precio de compra y con ello recuperarse un poco ante el incremento en los insumos, pues en las primeras semanas del otoño aumentó el precio del fertilizante y de los productos que utilizan para evitar plagas.
Ramona Sánchez, junto con sus hijos Pedro, Pascacio y la pequeña Manola, ganaron. Su cosecha entró casi completa en las dos primeras semanas cuando la compra del kilo de café llegó a 25 pesos en la región de Coatepec.
El clima ayudó a que sacaran rápido la producción y para enero ya sólo quedaban unas cuantas matas en las que todavía no habían madurado las cerezas. Ese producto, dijo, “ya se quedará en casa, será para el consumo familiar”.

EL SUEÑO SE VOLVIÓ PESADILLA
La abundancia acabó a principios de enero. En la región de Ixhuatlán del Café sólo Agroindustrias Unidas de México S. A se vio beneficiada. Los pequeños productores primero tuvieron un precio regular, aunque con variantes. Los caficultores de la región aseguraron que no ven crecer sus ganancias porque al ser la única empresa les tasa en un precio el kilo y que, por lo general, es muy bajo.
Que depende de la calidad, siempre le encuentran peros”, lamentó Odilón Vázquez, quien en su camioneta cargaba su cosecha para entregarla y se la habían rechazado en un primer intento.
—¿De qué depende que le reciban la cosecha?
—De que a éstos se les pegue la gana. Es que ya están llegando los camiones de los productores grandes, los que llegan con quintales, y a nosotros que traemos los costalitos nos quieren condicionar el precio. Nos dicen que las bodegas están llenas y que ya no pueden recibir más grano.
Odilón aseguró que no haber vendido su producción con dicha empresa tendría que desplazarse a Fortín o Córdoba, pero implicaba un gasto mayor, por lo que tuvo que conformarse con lo que le quisieran pagar.
Le prometieron 22 pesos por kilo, por lo que se apresuró a cosechar el grano, pero al final sólo le pagaron a 18 pesos el kilo.
Sin embargo, conforme avanzaron los días, el precio se desplomó y para el 19 de enero ya sólo les querían pagar 11 pesos.
Lo tomas o lo dejas, si no quieres, toma tu café y tíralo donde quieras”, les decían en la báscula, denunciaron los cafetaleros.
Ante ello, las manifestaciones comenzaron afuera de la empresa, pues exigían un pago justo.
Si nos pagan a 11 pesos el kilo no nos va a quedar nada. Tengo que pagarle a los cortadores cuatro pesos y a mi me quedan siete, ya no es negocio, ni lo de la gasolina ni lo del jornal ni lo que le ponemos de abono”, reclamó un productor.
Por tal motivo, a partir de la protesta, los caficultores y cortadores decidieron cerrar el tramo estatal que comunica a varias comunidades y a Córdoba y Fortín.
El punto de quiebre fue que, indignados porque no había solución, un grupo de cafetaleros ingresó a la empresa y prendió fuego en la zona de bodegas.
Esta acción obligó a que el 23 de enero, el secretario de Desarrollo Económico de Veracruz, Enrique Nachón, encabezara una reunión con la empresarios del beneficio de café y un grupo de productores, junto con la alcaldesa Dora Galicia, entre otras autoridades y representantes para llegar a un acuerdo sobre el trato a los caficultores, los horarios de la báscula, información sobre el precio que se mantendrá a ciertos niveles y que no se desplomarán de un día para otro, aunque argumentan que es por las variantes del precio que se cotiza en la bolsa de valores de Nueva York, que por eso sube o baja.
Cafetaleros de otros puntos del estado advirtieron que de no obtener un precio regular, podrían hacer movilizaciones similares.