Dependencia mexicana con los EU en materia energética es el vaticinio que hace la autoridad y los expertos favorables a la práctica de fracturar el suelo con inyecciones de alta presión para extraer petróleo.

Píe de Foto: Pedro Joaquín Coldwell.

Prohibir el fracking o fractura hidráulica en México, como pretende el próximo gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, nos condenaría a seguir dependiendo de Estados Unidos para la importación de combustibles y gas natural, alertó el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.

Durante su comparecencia ante el Pleno de la Cámara de Diputados, el funcionario explicó que la actividad del fracking se utiliza en México desde 1960 y es usado en el 22 por ciento de los pozos convencionales en los que se extrae petróleo actualmente.

“Cuando se habla del fracking parecería un tema que trata de una tecnología novedosa y la verdad es que se ha estado haciendo en México desde 1960. Dos de cada diez pozos que se han explotado en yacimientos convencionales han usado de alguna u otra forma el fracking”, dijo.

Tanto diputados como senadores de diversas fracciones parlamentarias han mostrado su postura en contra de esta actividad —que busca extraer hidrocarburos de la superficie usando inyección de líquido a presiones altas— argumentando que daña el medio ambiente y trae consecuencias negativas para la salud de los habitantes.

Incluso diputados del PAN, como Raúl Gracia Guzmán y Evaristo Lenin Pérez, propusieron recientemente una ley que prohíba expresamente la práctica del fracking para explotar hidrocarburos; marco regulatorio que buscaría incluso imponer sanciones económicas por hasta 604.5 millones de pesos a quienes realicen esa técnica en territorio nacional.

Al abordar el tema, Coldwell dijo a diputados que imponer una ley que prohíba la actividad sería negativo para la economía nacional y le daría a Estados Unidos la oportunidad para seguir aprovechándose de los mexicanos.

“Provocaron una gigantesca revolución productiva y económica. Lamentaría el día que se apruebe una iniciativa de prohibir el fracking de manera generalizada en nuestro país, sería un error, ese día habría una fiesta en Texas del regalo que les estamos dando los mexicanos, porque nos condenaría a seguir importando gas. Hay que recordar que el 53 por ciento de nuestras reservas de gas están precisamente en recursos no convencionales y sólo los podemos extraer mediante la fractura hidráulica”, aseguró.

Asimismo, recordó que tras la reforma energética, se establecieron regulaciones en México para la aplicación de la fracturación hidráulica, como el hecho de que no se pueda utilizar agua de consumo humano en la ejecución de la técnica de extracción, con el fin de proteger el medio ambiente.

Una de las razones que argumentan legisladores y que los pone en contra de la fracturación hidráulica, es que dicha actividad contiene químicos que ayudan a romper el subsuelo para poder extraer hidrocarburos. Esos químicos, dicen, contaminan el subsuelo, además de desperdiciar grandes cantidades de agua en zonas en las que escasea el vital líquido.