La demanda para granos y oleaginosas sigue firme, China tiene un hambre insaciable y siguen comprando, mientras el resto del mundo busca alguna bolsa de aire con precios a la baja antes de volver a comprar y seguir aguantando la respiración.

Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Siempre un placer saludarte. Así de rápido estamos ya en marzo y la extensión del 2020 en el 2021 parece que empieza a mostrar un horizonte distinto.

Las vacunas empiezan a movilizarse en Estados Unidos, y la campaña en breve será masiva. Son buenas noticias para México pues estratégicamente, México representa mucho para la nación vecina del norte y estará en su mejor interés extender la frontera de vacunación para que nuestro país no sea un tema de complejidad.

¿Por qué arrancar con este tema? Porque Estados Unidos está por formalizar el paquete de apoyo Covid y anexas que asciende a 1.9 billones de dólares, eso le dará un impulso enorme a los mercados accionarios y mientras la música siga sonando, nadie estará contando las sillas que haya en el juego.

El gobierno de Joe Biden intentará negociar un programa de inversión en infraestructura y los estadounidenses han hecho una derrama enorme que no ha sido más que gasto. Es dinero ido que no tiene efecto productivo y entre una cosa y otra, en breve se llegará a la frontera de los 30 billones de dólares de deuda.

El balance de lo anterior siendo muy genérico implica que el dólar tienda a debilitarse, y si tenemos un dólar débil, el efecto contrario resulta en commodities que si están tasados en dólares tienden a subir, esa fuerza tácita es de una manera u otra luz verde para muchos especuladores que miran presiones inflacionarias inminentes y ante las mismas un mecanismo de defensa es la compra de materias primas.

La correlación directa entre dólar débil y commodities fuertes tiene algunos días de perfección y otros de justificación. Sin embargo, digamos que esta narrativa encimada a la propia fundamental de varios commodities hacen un juego de interés con reglas poco claras y ejecución errática.

Vamos por partes. Digamos que sobre commodities agrícolas que estamos transitando en una pausa después de un ascenso de precios gigantesco. Para muchos es la pausa que da el huracán cuando el ojo de este observa la destrucción que hizo la delantera y mira lo que queda antes de golpear con la parte que viene detrás.

La demanda para granos y oleaginosas sigue firme, China tiene un hambre insaciable y sigue comprando, mientras el resto del mundo busca alguna bolsa de aire con precios a la baja antes de volver a comprar y seguir aguantando la respiración porque reponer inventarios a estos nuevos precios es un problema una vez que los precios al consumidor no dejan mucho espacio.

La agroindustria está pasándola mal en estos momentos y no hay bolsillos eternos para aguantar el emparedado entre costo alto y precios de venta contenidos.

La esperanza mayor de momento está en la producción sudamericana, y en algunos lugares particulares está aún por definirse, y en etapa crítica. Argentina, por ejemplo, se seca, y el maíz y la soya necesitan ayuda, los rendimientos no se están haciendo más grandes, y la combinación de fuerte demanda y atentados en contra de la producción hace que la línea de fundamentales defina una narrativa alcista que luego alimenta el frenesí comprador de los que miran a través de los lentes del dólar débil.

Brasil empieza a tomar tracción en la velocidad de su cosecha de soya y es importante avanzar en ella pues atrás de esta cosecha llega la siembra de maíz tardío “zafrinha”, y va tarde el tardío si me permites la descripción. Nunca se había visto retraso similar, lo que deja en potencial vulnerabilidad la productividad en tiempos en los que no hay espacio de error.

¿Por qué? Bueno pues porque en Estados Unidos los inventarios finales son increíblemente delgados y en unas cuantas semanas entrarán en campaña de siembra, se espera que sea una siembra enorme en términos de intención de tierras, pero más allá de intenciones, los inventarios se miden con tangibles y esta es una industria a cielo abierto que no tiene palabra de honor.

Depende totalmente del clima y ahí te dejo ese encargo. Mira lo que sucede en el noreste de nuestro país. Tamaulipas está muy complicado. Muy poca agua y luego una helada espantosa que se llevó todo puesto y sigue sin llover.

Así las cosas, y estando en medio de la calma, nos encontramos esperando el veredicto productivo sudamericano, luego el arranque a todo galope del ciclo de siembras en el hemisferio norte, que se necesitan casi a la perfección debido a la acelerada compra de China que nos está quitando la comida de la boca… literal.

Mi idea era platicarte además un poco de lo que pasa con petróleo, gas natural y minerales varios, pero el espacio traiciona y me estoy pasando de líneas.

Estos temas los tocaremos muy seguramente en nuevos capítulos y si te es más urgente que la próxima… escríbeme y charlamos con gusto. El mes de marzo es uno de transición, la calma en medio de la tormenta, luego, sin duda tendremos una orquesta de volatilidad, ¿estás en buenas manos para mantenerte con semblanza y entereza ante los bandazos de precios a seguir?

Ánimo.

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