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sábado , 27 noviembre 2021
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Cultivo de bambú: desarrollo ambiental en México

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ALBERTO JIMÉNEZ MERINO*. E-CONSULTA.

El bambú en la opción forestal más rápida para tener bosques productivos perennes y renovables.

Lluvias torrenciales ocurridas el 4 de octubre de 1999 provocaron desastres en la Sierra Nororiente de Puebla entre estos, el desbordamiento del río Apulco en comunidades del municipio de Tenampulco, siendo la colonia Morelos una de las más afectadas al perder su tierra de cultivo y parte de su zócalo.

Buscando una solución para proteger al poblado de futuras inundaciones se instaló, en el año 2000, una barrera de dos kilómetros de longitud de bambú Old Hamii, la primera de su tipo en México y Latinoamérica.

Así nació uno de los proyectos de desarrollo económico, social y ambiental más importantes de Puebla, que hoy se extiende a ochenta municipios de las diferentes regiones y microrregiones del estado, en donde el comercio de varas es ya una práctica más frecuente.

El bambú tiene más de tres mil usos documentados, captura hasta treinta toneladas de bióxido de carbono (CO2) por hectárea al año, siendo cuatro veces mejor que las plantas más eficientes.

Se puede encontrar en los estados de San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, Veracruz, Tabasco, Campeche y Quintana Roo. También en Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Jalisco, Colima, Nayarit y Sinaloa.

Esta valiosa planta madura en solo dos años para usarse en diversos objetos utilitarios como palos de paletas, abate lenguas para hospitales, fibras para la industria textil, palillos diversos, celulosa para papel, carbón vegetal, biombos, sombreros, cestería, utensilios de cocina o muebles.

Es un material ligero que, por su resistencia, es llamado el acero vegetal.

En cinco años tiene la madurez y resistencia para utilizarse en la construcción de vivienda, bodegas, corrales ganaderos, naves industriales, invernaderos agrícolas, puentes y edificios de diferentes dimensiones.

Su hábito de crecimiento permite retener eficientemente el suelo y el agua, regula los escurrimientos en la parte alta de las cuencas, reduce la erosión del suelo, favorece la recarga de los acuíferos y evita inundaciones en las partes bajas. Es el mejor protector de las tierras ubicadas a la orilla de barrancas y ríos.

Lo anterior convierte al bambú en la opción forestal más rápida para tener bosques productivos perennes y renovables en las regiones tropicales de México y el mundo.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) lo denominó en 2007 como la ‘Planta del Milenio’.

Volkswagen de México, mediante un convenio con la entonces Sagarpa, inició en 2016 un proyecto de 350 hectáreas de bambú en Hueytamalco como parte de la mitigación de impacto ambiental por la fabricación de la camioneta Tiguan que la ley establece.

El bambú adquiere relevancia ambiental, económica y social cuando sabemos que México consume más de veinte millones de metros cúbicos de celulosa para papel y sólo produce menos de siete millones, importando el resto principalmente de Estados Unidos y Chile de acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Más del 70 por ciento de estas importaciones proceden de los Estados Unidos.

Este año el acero registró incrementos de precio cercanos al 200 por ciento, y en México existen datos de que hacen falta cerca de 3 millones de casas nuevas y, 4 millones necesitan algún grado de reparación. Tan solo en Puebla, 500 mil familias viven en un solo cuarto.

Para impulsar proyectos y soluciones que resuelvan los principales problemas nacionales, necesitamos formar jóvenes en los países líderes. Como director de Facultad y rector de la Universidad Autónoma Chapingo impulsé intercambios académicos mediante convenios, destacando el realizado en materia pecuaria con la Estación Experimental de Pastos y Forrajes ‘Indio Hatuey’ en Matanzas, Cuba, y con la Escuela Centroamericana de Ganadería de Atenas, en Costa Rica.

Como secretario de Desarrollo Rural de Puebla tuve la oportunidad de promover convenios de intercambio tecnológico sobre agricultura familiar y caña de azúcar con instituciones de Cuba; desarrollo de la nuez de castilla con apoyo de expertos chilenos; desarrollo de invernaderos con técnicos españoles de Almería; e intercambios con expertos de bambú de Colombia a donde enviamos a nuestros jóvenes y trajimos expertos para capacitar a productores.

Durante la Feria Mundial del Bambú 2007 en Hangzhou, Shejiang, China, tuve la oportunidad de firmar un acuerdo de cooperación técnica con el Instituto Chino del Bambú. Así, Mauricio Mora Tello hizo en 2011 una estancia de dos meses en el Centro de Investigación del Bambú, con el apoyo del Ministerio Chino de Comercio. Derivado de esa estancia, Mauricio ha desarrollado con éxito la cerveza de bambú “Bambusa” y también el cultivo de brotes comestibles que, en China y en sus comunidades en el extranjero, son muy populares.

Aún no hay una política pública para apoyar estos proyectos. No obstante, y como ocurre con las buenas iniciativas surgidas de la realidad, la gente se apropió del proyecto del bambú y sigue creciendo.

Muy pronto se verán invernaderos, casas y más construcciones de bambú para beneficio de Puebla y México.

* Ingeniero Agrónomo. Exrector de la Universidad Chapingo. Trabajó como secretario en 3 administraciones estatales. Consultor FAO. Tiene 3 Doctorados Honoris Causa y 15 libros escritos. Candidato del PRI a la gubernatura 2019.

 

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