La tormenta tropical “Cristóbal” puso al campo yucateco ante un desafío histórico que ya se venía anticipando con recortes presupuestales de la Federación y la pandemia del Covid-19, afirma Nerio Torres Arcila, presidente del Consejo Agroalimentario de Yucatán, A.C.
La situación, añade, es de tal magnitud que esos factores, aunados a los cultivos dañados por el paso del meteoro, alejan al Estado del objetivo de alcanzar la autosuficiencia alimentaria.
“Si el campo no produce, la ciudad no come”, recalca.
Torres Arcila señala que “Cristóbal”, que causó inundaciones sin precedente en la entidad, envió “un mensaje” al gobierno federal: que reconsidere su idea de desaparecer los apoyos para el seguro agropecuario y fideicomisos como el Fondo Nacional de Garantías (Fonaga), que ha sido promotor del financiamiento al sector agroalimentario y beneficia precisamente a pequeños productores.
“Ahora que se han perdido animales y miles de hectáreas de cultivo en Yucatán se pone en evidencia el error de haber recortado en casi un 30% el presupuesto de egresos para la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en comparación con el de 2019”, enfatiza.
El exsecretario de Desarrollo Social del Estado agrega que la reciente declaratoria de emergencia en 26 municipios, para que accedan al Fondo para la Atención de Emergencias (Fonden), es insuficiente y el gobierno federal debe incluir al menos a 38 municipios más, encabezados por Oxkutzcab, que resultó muy dañado.
“A los daños de las intensas lluvias debemos sumarle que desde la aparición de la pandemia del Covid-19 se han generado interrupciones en la logística de entrega de alimentos en algunas poblaciones y cierres de puertos y fronteras, así como de mercados de destino”, prosigue. “También hay desaceleración económica, con la consecuente inseguridad, reducción en la demanda de alimentos e incertidumbre de los productores agroalimentarios para continuar generando empleos”.
El informante añade que mientras otros países han anunciado fondos especiales de rescate para mitigar los impactos de la crisis económica global y el desempleo, en México se han tomado decisiones contrarias, como un recorte publicado en el Diario Oficial de la Federación el 29 de mayo pasado, que elimina estímulos para el sector y, como consecuencia, limita la productividad, la competitividad y la rentabilidad del ramo agroalimentario. Esto, apunta, afecta de manera directa a los productores del campo y del mar.
También señala que el Consejo que preside pide “respetuosa, pero enérgicamente” al gobierno federal que frene los recortes presupuestales al sector, como hizo con el estímulo fiscal a la gasolina y diesel en los sectores pesquero y agropecuario, y agilice las devoluciones de saldos a favor del IVA a las empresas que se esfuerzan en salir adelante.
El Covid-19 Apuntes
El Consejo Agroalimentario de Yucatán dice que la pandemia ha golpeado fuerte al campo.
Algunas afectaciones
Entre otras cosas, subraya, se ha interrumpido la logística de entrega de alimentos en poblaciones y también se han cerrado puertos, fronteras y mercados de destino.
Una paradoja
La asociación califica de paradójico que otros países den más apoyos y en México se retiren estímulos.