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Explotación laboral en campos cañeros

FRANCISCO URIBE. NOVEDADES DE TABASCO…

Las manecillas del reloj marcan las 2 de la tarde y la temperatura en los campos cañeros de la zona, a pesar de que la noche del jueves se dejó caer una ligera llovizna, rebasa los 35 grados centígrados.

Manolo, un adolescente de origen guatemalteco, acelera el ritmo porque sabe que el tiempo es oro. Y si quiere cerrar bien la jornada tendrá que cortar el mayor número de “puños”, como se le denomina a cada surco de caña que va cortando, para que después pase el tractor recolectando.

El pequeño jornalero de sólo 13 años de edad tiene un enmarañado cabello negro y el rostro tiznado como el de un adulto forjado en los cañaverales.

Cuando se acerca el reportero para entablar diálogo, Manolo “N” apenas responde, no es que sea tímido, el chamaco está metido en lo suyo, incluso, es un buen calculador y sabe que pronto terminará la jornada que comenzó desde las 05:00 de la mañana.

Expresó que esta actividad de cortar vara de caña la aprendió de su señor padre, Manuel Silva, quien todas las zafras cruza la frontera para venir a trabajar.

“Siempre lo acompañaba más de chamaco, hasta que me ofrecieron trabajar y aquí me quedé también”.

Regularmente un jornalero adulto llega a cortar entre 8 y 10 “surcos”, por el cual recibe una paga de 26.00 pesos por montón, sin embargo, el adolescente tiene que redoblar esfuerzos para completar un número de seis y llevarse si al caso unos 150 pesos.

En estos campos cañeros, en donde se estima poder alcanzar este periodo una zafra de 200 mil toneladas, 40 mil más que la del ciclo 2011-2012, laboran más de 2 mil jornaleros realizando cortes en una superficie de 4,500 hectáreas.

“Aquí tenemos jornaleros de todas partes, de Jalisco, Veracruz y centroamericanos”, comenta el cabo José Luis Domínguez.

Migración

De acuerdo con información del consulado del Petén Guatemala, en Tenosique, este año se extendieron 300 formas para jornaleros que quisieran trabajar en los campos cañeros.

Hasta el día de hoy el sector en la región depende fundamentalmente de trabajadores mexicanos, que representan el 80 por ciento de la mano de obra para el corte de la caña.

Las estimativas del número de migrantes centroamericanos empleados en estos campos llega a ser de alrededor de 250 personas, principalmente de origen guatemalteco.

“Los industriales del azúcar muchas veces estimulan la migración como forma de conseguir mano de obra barata para los cañaverales”, reconoce uno de los trabajadores.
Dio a conocer que los centroamericanos no tienen acceso a derechos básicos y frecuentemente son deportados después que su fuerza de trabajo es explotada.

Uno de los principales problemas de estos inmigrantes es que legalmente es como si no existieran. Son conocidos como “ciudadanos sin país”, pues no poseen ningún tipo de ciudadanía.

No saben leer ni escribir

Sentados en la redila de la camioneta, luego de haber terminado la jornada, los centroamericanos sacan garrafas de agua para beber.

A estas alturas lucen cansados. Todos son parte de una cuadrilla de trabajo en este ejido. Su misión: terminar de cortar las varas de caña en este predio de más de mil hectáreas, propiedad de ingenio Azuremex.

El caso de Manolo no es fortuito, en las zonas cañeras de Tenosique decenas de niños trabajan como cortadores de la planta. Laboran en jornadas de más de ocho horas.

La mayoría no sabe leer ni escribir y laboran sin prestaciones. Pero siguen en los campos porque muchos de ellos ayudan a sus padres. Lo cierto es que con todo y lo que se diga del secuestro de migrantes en México, de este lado hay mayores oportunidades de empleo.

Programa de movilidad laboral

Secretaría de Trabajo Previsión Social y Productividad (STPSP) informó que, gracias al Programa de Movilidad Laboral, entre noviembre y diciembre del 2012 más de cinco mil jornaleros agrícolas trabajaron en los diferentes ingenios azucareros del país, sin que sus familias sean desintegradas por el traslado a otros lugares, pues en cada región hay escuelas que recibirán a los hijos de los trabajadores.

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