Foto: @BMVMercados.

El gobierno capitalino concretó una inédita operación financiera que beneficiará a un grupo de ejidatarios, preservará un importante “pulmón” citadino y ayudará a un grupo de empresas a cumplir sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, al mismo tiempo que coadyuvará a combatir los efectos del Cambio Climático.

El gobierno de la Ciudad de México lanzó el primer bono de carbono forestal de la capital de la República Mexicana y se “anotó” una “carambola de varias bandas” por sus efectos múltiples, de los que destaca el impacto social.

De hecho, es el primer bono de carbono que emite un gobierno local en Latinoamérica.

Timbrazo exitoso

Antier se realizó el timbrazo y se vendió 100% de los bonos.

Seis bancos y empresas compraron estos bonos: HSBC, el banco Bx+, Mexichem, Unilever, Herdez y la propia plataforma CO2 México.

Para el presidente del consejo del Grupo Bolsa Mexicana de Valores, Jaime Ruiz Sacristán, esta iniciativa ubica a la Ciudad de México como punta de lanza en el mercado de carbono que comenzará a funcionar en nuestro país el siguiente año.

Las cifras

Las empresas adquieren los bonos verdes para cumplir con sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

El Banco Mundial establece un precio base de 3 dólares por tonelada.

El bono de carbono permite recibir recursos por cada tonelada de carbono almacenada.

El gobierno capitalino logró colocar en 12 dólares y 100% de estos recursos se va a ir al fondo de Cambio Climático de la CDMX.

En total, colocó 3,909 bonos; obtuvo 47,000 dólares.

Todos los recursos se etiquetaron en 100% para proyectos de conservación y preservación del bosque, a través de los ejidatarios.

San Nicolás Totolapan

El gobierno capitalino hizo la colocación con base en el carbono que genera el bosque en el ejido de San Nicolás Totolapan que está en las delegaciones de Magdalena Contreras y Tlalpan.

Se hizo todo un procedimiento para verificar cuánto carbono se está almacenando en las casi 2,000 hectáreas del ejido.

El ejido tiene una extensión de 2,900 hectáreas, pero se certificaron sólo 2,000 hectáreas.

Después de un tiempo récord de sólo siete meses en los que se realizó un proceso de verificación muy estricto para registrar los datos en la plataforma que está en California: Climate Action Reserve (CAR), se confirmó que el gobierno de la Ciudad de México podía emitir 3,909 bonos de carbono.

Cambio climático

La secretaria del Medio Ambiente capitalina, Tanya Müller García, destaca que la colocación de los bonos de carbono es uno de los tres mecanismos internacionales propuestos en el Protocolo de Kioto para reducir las emisiones contaminantes.

Y, al mismo tiempo, los bonos verdes permiten atender las necesidades en las comunidades y el fortalecimiento de sus capacidades para garantizar la conservación de los bosques y sus servicios ambientales a través de mecanismos financieros transparentes.

Además, este primer Bono de Carbono Forestal es parte de las acciones para combatir los efectos del Cambio Climático tanto a nivel local como a nivel global, delineados en el Programa de Acción Climática 2014-2020 en su eje 4: Mejoramiento sustentable de los recursos naturales y la biodiversidad.

Objetivo social

Primero, la Secretaría del Medio Ambiente estructuró el proyecto.

Trabajó con los ejidatarios de San Nicolás Totolapan, porque siempre han sido muy proactivos y están organizados.

Hizo labor de campo para censar 12,000 árboles y evaluar su vigor, longevidad y estado de salud o fitosanitario, para luego hacer los cálculos de cuánto carbono está almacenando el bosque.

La colocación del bono verde se pudo realizar gracias a la suma de muchos esfuerzos.

Ejidatarios de Oaxaca, de la comunidad de San Juan Lachao, vinieron a la ciudad de México para capacitar a los ejidatarios de San Nicolás Totolapan, para hacer el trabajo de campo y la Secretaría del Medio Ambiente que estructuró y financió.

De diciembre del 2017 a julio de este año, el bosque ha capturado un poco más de 10,000 toneladas de carbono.

En virtud de que el proyecto es a 30 años y por un tema de seguros, sólo fue posible salir a la venta con 3,909 bonos de carbono.

¿Bono verde?

Y ¿qué es un bono verde? Los bonos verdes son un tipo de bonos que sirven para financiar proyectos de energías alternativas, eficiencia medioambiental, transporte limpio, gestión de residuos y adaptación al cambio climático.

Para que los bonos sean considerados verdes no sólo se necesita certificar los usos de los fondos del proyecto sino que hay que verificar y auditar los proyectos para constatar que los fondos van para dichos proyectos y que los proyectos en sí cumplen las características de “verdes”.

Conclusión

Sin duda, la colocación del bono de carbono forestal capitalino es una acción certera y replicable. Ojalá se utilice la misma vía de colocación de bonos verdes para preservar los bosques de la ciudad y generar el efecto múltiple de beneficio que provoca. Al tiempo.