miércoles , 5 agosto 2020
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Palabras Presidente, Enrique Peña Nieto, Declaratoria Presidencial Zonas Económicas Especiales: Salina Cruz, Oaxaca y Puerto Progreso,Yucatán

SALA DE PRENSA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA.

“A la fecha, hemos declarado cinco Zonas Económicas Especiales, cinco. Y, eventualmente, podremos llegar hasta siete, que es la proyección que hemos hecho desde el Gobierno de la República”.

Muchísimas gracias y muy buenas tardes a todas y a todos los asistentes a este importante evento, sin duda, para el sur-sureste de nuestro país.

Quiero agradecer la hospitalidad del señor Gobernador del Estado de Oaxaca. Agradecerle, además, sus mensajes, sus palabras.

Y, también, las del señor Gobernador de Yucatán, Rolando Zapada Bello, realmente por significar lo que este Decreto va a dar a estas dos entidades federativas de la región sur-sureste de nuestro país.

Quiero saludar a todos los integrantes del Gabinete del Gobierno de la República.

Autoridades del gobierno del estado, de Oaxaca, de Yucatán.

A las y los Legisladores Federales que están aquí presentes.

A servidores públicos de todos los órdenes de Gobierno, que hoy nos acompañan.

Al sector empresarial que, sin duda, es el pivote y acompañamiento de este esfuerzo por lograr detonar estas regiones que estamos declarando Zonas Económicas Especiales.

Al equipo de trabajo que encabeza Gerardo Gutiérrez Candiani, que están aquí varios servidores públicos que han venido trabajando y dedicando muchas horas, precisamente, para lograr esta declaratoria.

Quiero saludar con afecto muy particular y con gratitud, la hospitalidad de los oaxaqueños, y especialmente de aquí, de Salina Cruz, de su Alcalde, de las mujeres de este municipio de Oaxaca.

Y saludar siempre también con gran afecto y gratitud por la calidez con la que siempre reciben a su Presidente, a las y los trabajadores de Petróleos Mexicanos, que hoy están aquí con nosotros.

Muchas gracias a todas y a todos.

Señores representantes de los medios de comunicación:

Me toca siempre la parte más complicada, porque después de haber escuchado la elocuencia de algunos, la amplitud en sus comentarios y contenidos de quienes me han antecedido en la palabra, y que no fueron pocos, sino que fueron muchos, me dejan muy poco qué decir ya.

Pero voy a tratar de hacer una apretada síntesis, tomando un poquito del tiempo que todos emplearon, lo cual me da un poco más de margen y, no tanto, porque sé que también además de haber sido pacientes, ya han de tener hambre. También me tocó la hora más complicada, más difícil.

Pero déjenme hacer una apretada síntesis de lo que aquí se ha dicho ya, en voz de varios, porque sin duda no es un evento más el que nos convoca, el que hoy nos reúne.

Es un evento que tiene un especial significado y es la siembra de una semilla que deberá dar importantes frutos a estas dos regiones de nuestro país: a Oaxaca y, especialmente, yo diría a todo Oaxaca, a toda esta región del Sur de nuestro país y, por supuesto, a Salina Cruz.

Y, de igual manera, no sólo a Progreso, sino a buena parte de la Península allá, en Yucatán, que va a permitir que estas dos regiones puedan incorporarse a igual ritmo y a mayor desarrollo como lo están teniendo otras partes de nuestro país.

Déjenme empezar por definir, aunque ya aquí el propio video que vimos y lo que se ha dicho explica ampliamente lo que son las Zonas Económicas Especiales, yo quisiera hacer algunos comentarios adicionales.

Primero. Por qué decidimos, desde el Gobierno de la República, crear las Zonas Económicas Especiales.

Partimos de un diagnóstico y de una realidad que queremos cambiar, y que queremos impulsar la transformación, especialmente, de regiones de nuestro país, que, teniendo un gran potencial, es decir, una gran oportunidad de mayor desarrollo, se han quedado rezagados con respecto al desarrollo que otras partes de la República han venido teniendo.

Y eso nos llevó a recoger o a buscar qué modelos habían intentado en el mundo realizar, como aquí ya se dijo, desde los años 50, para detonar regiones que con potencial no habían tenido crecimiento.

Y el diagnóstico era muy preciso, muy puntual, y muy claro: México vive distintas realidades. México tiene, podría ser un país con varios países dentro sí mismo, con diferentes realidades.

Y lo que hemos observado en las últimas décadas es como el Centro, el Occidente y el Norte del país han tenido un mayor desarrollo, han tenido mayor competitividad y productividad.

Y cómo algunas partes del Sur-Sureste de México se han rezagado, no ha habido el mismo crecimiento.

Y eso, como nos lo decía el Gobernador de Oaxaca, obedece a diferentes realidades, a diferentes factores: la dispersión poblacional, el crecimiento demográfico más acelerado que han tenido con respecto al resto del país; las condiciones de marginación, de pobreza y la falta de oportunidades. No ha habido igual número de oportunidades como en otras partes del país.

Y ante esa realidad, y a partir de distintas políticas que, obviamente, están focalizadas para atender a esta región del país, los programas sociales que tiene el Gobierno de la República, como PROSPERA, se ubican centralmente, y aquí están muchas de las beneficiarias de PROSPERA, se ubican centralmente en estas entidades.

Es Oaxaca, Chiapas, Guerrero, en donde está la mayor población beneficiaria del Programa PROSPERA ante la ausencia de otras oportunidades.

Y de ahí que hubiésemos tomado este modelo de Zona Económica Especial.

Qué significa.

Primero. Que sí es especial. Es definir un polígono, definir una demarcación territorial en estas entidades donde, como lo pudimos escuchar en el video que aquí se proyectó, se generan condiciones específicas para atraer inversiones; para hacer polos atractivos a la inversión que puedan desarrollar y detonar empleos, oportunidades para la población y, con ello, impulsar el crecimiento económico y social de estas entidades.

Pero no basta o no es suficiente con el hecho de que haya pobreza y marginación, sino es ubicar demarcaciones que, dado su potencial por su ubicación geográfica, por su conectividad y potencial conectividad, por la infraestructura existente y la que eventualmente se pueda desarrollar, puedan realmente lograr mejores condiciones, mejores entornos para la generación de empleos.

Y eso es lo que requiere y significa tener una Zona Económica Especial. Porque no han faltado los que quisieran tener una Zona Económica Especial en cada una de sus entidades, y no es razón suficiente.

Hay que encontrar, primero, cuáles tienen potencial, qué regiones, dónde hacen falta y dónde verdaderamente se vuelven especiales; de lo contrario, se volverían ordinarias, comunes, corrientes y extendidas. Y eso va a impedir que realmente este modelo de desarrollo, este instrumento para el desarrollo, realmente, alcance su potencial.

Por eso sí es bien importante lo que hoy estamos aquí sembrando, al hacer esta declaratoria de Zona Económica Especial para Salina Cruz, en Oaxaca, y en Progreso, en Yucatán, que, sin duda, van a impulsar el desarrollo de estas dos regiones y entidades de nuestro país.

Y en el tiempo vamos a ir viendo los efectos de esta declaratoria. No es algo que ocurra de un día para otro, ni de la noche al día. Sino tomara tiempo, tomara varios años.

Pero luego dejamos de preguntarnos: quién sembró aquellos árboles que hoy dan sombra, que hoy dan oxígeno; que alguna vez se sembraron, alguna vez fueron una pequeña semilla que floreció, que generó troncos robustos.

Y esto es lo que va a ocurrir con estas Zonas Económicas Especiales, que están naciendo, además, acompañadas ya de inversiones comprometidas.

Yo quiero agradecer a los dos empresarios, tanto de Yucatán, como de un grupo de empresas, tanto mexicanas, americanas, asiáticas, que ya han comprometido inversiones para esta región, para Salina Cruz y para Progreso que, sin duda, van a detonar empleo.

A la fecha, hemos declarado cinco Zonas Económicas Especiales, cinco. Y, eventualmente, podremos llegar hasta siete, que es la proyección que hemos hecho desde el Gobierno de la República.

Hoy tenemos ya Puerto Chiapas, tenemos Lázaro Cárdenas, con un impacto, no sólo en Michoacán, sino también en Guerrero, en el Municipio de La Unión; tenemos Coatzacoalcos, las tres zonas declaradas hace un par de meses como Zonas Económicas Especiales. Y hoy dos más que estamos declarando: Progreso, y ésta, que es Salina Cruz.

Cinco Zonas Económicas Especiales que además ya hay inversiones comprometidas. Estamos hablando, al día de hoy, de más de seis mil 200 millones de dólares, que ya se han comprometido, que se están materializando en inversiones por parte de distintas empresas, precisamente, en estas cinco Zonas Económicas Especiales.

Cuando hablamos de seis mil millones de dólares se pierden ahí, en las cifras, pareciera poca inversión. Estamos hablando de 120 mil millones de pesos, inversiones que no hubiesen llegado a estos lugares, o no se estarían materializando, porque están en proceso de materializarse estas inversiones, si no hubiese habido este atractivo, este incentivo que detona el haberse declarado Zonas Económicas Especiales.

Qué potencial estamos hoy viendo para estas cinco Zonas Económicas Especiales.

Estamos proyectando que en los próximos 10 o 15 años se tenga una inversión del orden de 36 mil millones de dólares, es decir, 700 mil millones de pesos; es prácticamente, una sexta parte del presupuesto total que tiene el Estado Mexicano en 2017.

Es bien importante lo que esto significa. Y esto va atraer desarrollo, generación de empleos, oportunidades y, sobre todo, algo bien relevante: empleos mejor remunerados, empleos bien pagados, porque las empresas que aquí habrán de instalarse, aprovechando esos incentivos que genera el ser Zonas Económicas Especiales, van a crear empleos calificados o van a demandar empleos calificados, experimentados.

Empleos que, además, dada esta declaratoria se van a ir formando, se van a ir preparando al capital humano, para incorporarse a este mercado laboral, a este nuevo mercado laboral que va a tener mayores exigencias, pero, al mismo tiempo, va a corresponder, también, con una mejor remuneración en estos empleos.

Y esa es la ruta que estamos impulsando para el desarrollo del sur-sureste del país.

Repito, no es una solución mágica, no será la panacea. Pero, sin duda, sin este mecanismo y sin este instrumento, hoy no tendríamos otro asidero para impulsar el desarrollo económico de la región Sur-Sureste.

Junto a este, junto a esta declaratoria, junto este instrumento, por supuesto, que hay otros asideros, hay otros mecanismos de impulso: la conectividad que estamos impulsando, el desarrollo de infraestructura, la materialización de las reformas estructurales.

Al quinto año, ya sexto año de esta Administración seguimos hablando de las reformas estructurales.

Pero para quienes me escuchan no aquí y para quienes me escuchan a través de los medios de comunicación, déjenme decirles que es sorprendente como el mundo entero, el mundo allá, afuera, los expertos han apreciado y han valorado lo mucho que se ha hecho en México y la relevancia que tienen las reformas estructurales que se han logrado materializar.

Apenas hace una semana, días en París, al presentarme en la OCDE, esta organización que agrupa a los 35 países más desarrollados del mundo, ahí nos compartieron los buenos indicadores de México, empezando por decir: que entre las 35 economías que forman parte de esta organización mundial, el país que ha logrado materializar más reformas estructurales ha sido México y que México se ha vuelto referente para lo que otros países deberán hacer para impulsar su propio desarrollo.

Y fue para su servidor bien alentador ver los avances que hemos tenido. Luego se deja de ver dónde está México y cómo ocupa México primeros lugares en muchos ámbitos, por ejemplo, en el modelo educativo.

El modelo educativo hoy está siendo valorado y apreciado, precisamente, por estos grupos de especialistas.

México es el primer país de todo el mundo que tiene mayor cobertura a nivel preescolar: 94 por ciento de cobertura a nivel prescolar. Ningún otro país del mundo y ninguno de esos países desarrollados tienen ese nivel de cobertura.

Ningún otro país, dentro de esos 35, tiene tal nivel de compromiso con el cuidado de nuestro medio ambiente.

Ningún otro país ha impulsado reformas y cambios estructurales que le van a dar a su población condiciones de mayor desarrollo y prosperidad.

Eso es lo que México ha venido construyendo y es lo que México ha venido construyendo con la participación de la ciudadanía.

Por eso, hoy celebro realmente que estemos aquí, en Salina Cruz, firmando esta Declaratoria de Zonas Económicas Especiales.

Hoy, también, les quiero compartir que este Gobierno, en su sexto año, estamos avanzando en la concreción de los compromisos que hice frente a los mexicanos, los compromisos que firmé.

Y dentro de ellos no estaban la reforma, o la agenda de reformas estructurales que, sin duda, quizá sea de lo más importante y relevante que habremos logrado en esta Administración.

Pero hay 266 compromisos que firmé, de los cuales 60 por ciento ya se han cumplido, y el resto están en proceso. Y quizá muy pocos, serán muy pocos los compromisos que quizá no alcancemos a materializar.

Hoy proyectamos que al menos el 97 por ciento de los compromisos que firmé, habrán de cumplirse a lo largo del 2018.

Y, finalmente, estando aquí, en Oaxaca, no puedo dejar de mencionar lo que ha significado en reto para todas las autoridades, para los servidores públicos, y muy especialmente para la población damnificada aquí, en la Región del Istmo, el impacto que tuvieron los sismos del 7 y 19 de septiembre, y del 23 de septiembre aquí, en Oaxaca.

Aquí hay servidores públicos que me acompañan, porque aquí se vinieron todos. Aquí estuvieron por lo menos un mes. Aquí hay varios de estos colaboradores que hoy aquí me acompañan. Aquí estuvieron viviendo 25 o 30 días. Aquí estuvieron, bueno, fueron más conocidos aquí que allá. Aquí los conocieron muy bien.

Y hace rato el doctor Narro me decía: mire, yo he sentido muchos temblores, pero como el del 23 de septiembre, en el Istmo, nunca. Yo pensé que ahí donde estaba en el hotel se caía.

Y así lo sintieron muchos oaxaqueños, también, de esta región de Salina Cruz y del Istmo.

Pero aquí estamos trabajando en la reconstrucción, y vamos bien.

Vamos bien porque ya hemos logrado dispersar aquí, en Oaxaca, casi el 95 por ciento de las tarjetas de las personas afectadas.

Y me preguntarán: y por qué el resto no, por qué no la totalidad.

Porque algunas familias no se les ha encontrado. Ahí están las tarjetas. Varias de las personas afectadas y muy pocas ya, eventualmente, o migraron a otro lugar, o están con familiares y no ha sido posible encontrarles para tener esa tarjeta.

Pero, prácticamente, ya todos, la población afectada, ha recibido los primeros apoyos; está en proceso la reconstrucción de sus viviendas; son 27 mil viviendas de daño total solamente aquí, en Oaxaca.

Y un dato que compartía con Rosario Robles hace un momento: saben ustedes cuántas casas en promedio de manera formal se hacen en Oaxaca cada año.

No lo han de saber, porque yo tampoco lo sabía. Pero son mil 500 viviendas. Mil 500 viviendas, sin considerar los arreglos que cada quien haga en su vivienda, que, obviamente, no es posible cuantificar ni llevar una estadística, pero son mil 500 casas.

El reto que nos ha dejado el sismo será la reconstrucción de 27 mil casas, que eventualmente vamos a lograr materializar en los próximos meses.

Ésta es ocasión para decirle a los oaxaqueños, especialmente a las familias damnificadas, que no han estado solas, que seguimos aquí cerca de ustedes.

Y no dejaré de visitar esta entidad y los otros estados afectados para acompañar este proceso de reconstrucción de las familias que resultaron afectadas.

No están solos. El Presidente de la República está con ustedes.

Amigas y amigos de Oaxaca:

Dije que iba a ser breve, bueno, dije que no iba a ser tan breve, pero ya he concluido.

Yo solamente quiero dejar en todos ustedes un saludo muy afectuoso.

Sé que ya estamos próximos a la celebración de esta fiesta navideña, a menos de una semana, y permítanme hoy aquí, a lo mejor lo hago a lo largo de toda esta semana, en los varios encuentros que tenga con otros sectores y en distintos ámbitos, pero quiero dejarles un saludo a los oaxaqueños, a las familias que especialmente resultaron afectadas con estos sismos en Oaxaca y en otras entidades federativas, dejarles un saludo y una felicitación; deseándoles que tengan unas felices fiestas navideñas.

Unas felices fiestas decembrinas que les permita encontrar mucha energía, recargar pilas, encontrar vitalidad para los grandes retos que vendrán el próximo año y que el 2018 les depare salud, logros y realizaciones.

Que sean siempre felices.

Mi mayor felicitación para todos y gracias por su hospitalidad.

Muchas gracias.

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