CLEMENTE RUIZ DURÁN. EL FINANCIERO.
El debate que se está realizando sobre la reforma electrica parece haber dejado fuera la situación que se vive en torno al cambio climático.
En México, el estiaje ocurre habitualmente durante la primavera, ya que las lluvias son escasas y la radiación solar ocasiona que el agua de ríos, lagunas y plantas se evapore en mayor cantidad. Nuestro país se puede decir que tiene dos estaciones: estiaje y lluvias. Coincide esta situación con el debate que se está realizando sobre la reforma electrica, en donde la acalorada discusión parece haber dejado fuera la situación que se vive en torno al cambio climático, el cual se hace evidente en todo el territorio incluso en CDMX, registrandose temperaturas récord alcanzandose en la última semana más de 30 grados, y se prevé que se mantengan hasta que se inicie la temporada de lluvias.
Una reflexión sobre esta sistuación se publicó el lunes pasado en el reporte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) que señala que: “Sin reducciones inmediatas y profundas de las emisiones en todos los sectores, limitar el calentamiento global a 1,5 °C (2,7 °F) está fuera de nuestro alcance. En los escenarios evaluados, limitar el calentamiento a alrededor de 1,5 °C requiere que las emisiones globales de gases de efecto invernadero alcancen su punto máximo antes de 2025 a más tardar y se reduzcan en un 43 % para 2030; al mismo tiempo, el metano también tendría que reducirse en aproximadamente un tercio. Según el informe, cada vez hay más pruebas de la acción climática. En 2010-2019, las emisiones globales anuales promedio de gases de efecto invernadero estuvieron en sus niveles más altos en la historia humana, pero la tasa de crecimiento se ha desacelerado. Una gama cada vez mayor de políticas y leyes ha mejorado la eficiencia energética, reducido las tasas de deforestación y acelerado el despliegue de energía renovable.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático señaló que “a menos que los países aceleren drásticamente su producción de energía limpia, el objetivo de limitar el calentamiento global a 2,7 grados Fahrenheit probablemente estará fuera de alcance para fines de esta década. Los países que han firmado el acuerdo tendrían que reducir colectivamente las emisiones en aproximadamente un 43 por ciento para 2030, mucho más de lo que ahora se espera, y dejar de agregar dióxido de carbono a la atmósfera por completo para principios de la década de 2050″.
Pero el panel también ofreció estrategias y algo de optimismo. Las políticas más ambiciosas y las reducciones de precios en la tecnología le han dado a la humanidad una mejor oportunidad de evitar algunos de los peores escenarios. La tecnología de energía limpia ha avanzado mucho más rápido de lo esperado, según el informe. Desde 2010, los costos de los paneles solares y las baterías de iones de litio para vehículos eléctricos se han desplomado en un 85 por ciento, mientras que el costo de las turbinas eólicas se ha reducido en más de la mitad. Estas son buenas noticias ya que en torno a este escenario se podría construir un nuevo futuro para una reindustrialización de México, las renovables y el hidrogeno son una oportunidad para rediseñar nuestra planta industrial. Eso significa depender más de la energía eólica, solar, nuclear, geotérmica o hidroeléctrica. La mayoría de las plantas de carbón y gas natural de México tendrían que cerrar o instalar tecnología de captura de carbono que pueda atrapar las emisiones y enterrarlas bajo tierra. Dicha tecnología ha tardado en despegar debido a sus altos costos.
Otro gran área de oportunidad para México sería reconfigurar el transporte, la industria y otros segmentos de la economía para que funcionen con electricidad limpia en lugar de combustibles fósiles. Los automóviles propulsados por gasolina podrían ser reemplazados por vehículos eléctricos cargados por redes bajas en carbono. Los hornos de gas en los hogares podrían cambiarse por bombas de calor eléctricas. En lugar de quemar carbón, las acerías podrían cambiar a hornos eléctricos que derritan chatarra. México podría tomar medidas para reducir su demanda total de energía. Eso podría implicar expandir el transporte público, mejorar el aislamiento para que los hogares consuman menos energía, reciclar más materias primas y hacer que las fábricas sean más eficientes energéticamente. En el extremo superior, tales políticas del lado de la demanda podrían ayudar a reducir las emisiones en sectores clave hasta en un 40 a 70 por ciento para 2050.
México también debería abordar las emisiones de la deforestación y la agricultura, que representan alrededor de una quinta parte de los gases de efecto invernadero mundiales. Eso significa lidiar con problemas como la producción mundial de carne, que emite metano y dióxido de carbono, y está provocando una deforestación rampante en lugares vitales como el trópico mexicano, Veracruz, Tabasco, Campeche, Chiapas, Oaxaca. Se requiere de una hoja de ruta, para limitar la devastación del cambio climático sobre el país, grave responsabilidad pende del Congreso Mexicano, se requiere de una estrategia que limite el deterioro ambiental, y no que lo acelere. Es momento de privilegiar las energías limpias, es un compromiso con el futuro, es el mundo que queremos heredar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos.