VALLE DE TESISTÁN, Jalisco. Con rendimientos de rango internacional, los pocos productores que quedan en el otrora fortín agrícola de Zapopan libran desigual pelea contra fraccionamientos auspiciados por autoridades que minimizan el severo impacto en los acuíferos que abastecen de agua a la Zona Metropolitana de Jalisco.
Los productores de maíz que sobreviven en el valle de Tesistán le están demostrando a la incontenible y voraz metrópoli que perpetró un grave error al urbanizar caóticamente miles de hectáreas fértiles. Esta gente del campo, en menos superficie que la existente hace un decenio, está obteniendo la misma producción que entonces debido al alto rendimiento por hectárea y que es de rango internacional.
Es desde luego meritorio considerando que en 1970 este valle tenía 28 mil hectáreas cultivables y ahora solo quedan 13 mil. El resto fue urbanizado. Tesistán es hoy otra zona habitacional de Zapopan. Sin embargo está la amenaza de que pierda más y no tiene que ver con el clima y las plagas, sino con la especulación por el suelo.
Pero como si fuese selección natural, sólo los mejores productores de maíz les han hecho frente y debe considerarse que hay más allá del impacto agrícola, pues este valle capta agua de lluvia y la infiltra al subsuelo, y luego el SIAPA la extrae y la abastece a la metrópoli, pero con la superficie urbanizada decrece el área de infiltración.
ALTO RANGO
El rendimiento de maíz de los productores que quedan es de encomio y basta ver que en 1988 el valle tenía una superficie de 24,767 hectáreas y en ese año hubo una producción de 106,820 toneladas, con un rendimiento de 4.313 toneladas por hectárea.
En 2007 según la Dirección de Desarrollo Agropecuario de Zapopan se espera levantar 100,000 toneladas, pero serán producidas en tan solo 13,662 hectáreas, ya que el rendimiento promedio va de las 7 a las 9 toneladas por hectárea; el doble que hace 19 años.
Para el titular de Desarrollo Agropecuario de Zapopan, Raúl Rangel Ascencio, eso se debe a características típicas del valle, su entorno y el perfil del agricultor. Es una suma de manejo eficiente, prácticas viables, semillas mejoradas y fertilización, pero el problema es que están perdiéndose anualmente entre 300 y 500 hectáreas agrícolas.
«A pesar de no contar con sistemas de riego pueden producir a partir del clima y sus vicisitudes, se encuentran limitados al temporal y humedad residual, en Jalisco hay otras zonas productoras como la ciénega de Chapala pero poseen la ventaja de los sistemas de riego que les permite obtener dos cosechas al año y en Tesistán sin contar con equipo de riego son competitivos», dijo.
La precipitación media anual es de 906.1 milímetros, de las altas en Jalisco. Se atribuye a su cercanía con el bosque de La Primavera. El Ayuntamiento de Zapopan planea para áreas de manejo agrícola en el marco del Plan de Ordenamiento Ecológico del Estado, para la producción de alimentos.
“Los especuladores hacen ofrecimientos por los terrenos, y pagan por completo y de golpe una millonada, ante la tentación resulta difícil para los productores rechazarla, pues han subido de precio en una proporción que ellos no imaginaban». Añade que ven solo reservas urbanas y no áreas productivas, y no valoran áreas de protección hidrológica y producción de alimentos.
LOS PRODUCTORES
Es un grupo heterogéneo. Hay quienes practican agricultura por contrato con empresas como Sabritas y Dupont dado el prestigio del rendimiento en Tesistán. Hay productores que están considerando obteniendo 11 toneladas por hectárea y se convierten en modelos a seguir, generan extensionismo entre productores.
Sus características son peculiares: poseen una visión empresarial, ordenan y planifican sus actividades e incorporan tecnologías. Son asiduos a foros y congresos y contratan asistencia técnica. Van con el temporal, pero conocen las capacidades de sus tierras.
El punto más fuerte de los productores de Tesistán según Ascencio es «el amor a la camiseta». El siguiente paso es la industrialización y va a ser necesario proporcionar el apoyo y la asesoría para incursionar. Según el presidente de la Asociación Agrícola de Zapopan, Guadalupe González Salazar, el alto rendimiento se debe a paquetes tecnológicos y mejoradores del suelo, uso de maquinaria adecuada (sembradoras de precisión) y al interés del productor por perfeccionarse, estar al día.
Citó el caso de la fertilización aplicando solo materia orgánica, otro ejemplo consiste en la siembra tipo doble surco que práctica un agricultor y que redunda en una mayor productividad. Otro caso fue la experiencia del modelo del maíz criollo con semilla mejorada. “Si no se experimenta se seguirá haciendo siempre igual», indicó.
Aclaró que estos altos rendimientos van de la mano con la visión de los mercados, pues se debe planificar todo el contexto del cultivo, la indagación técnica, financiera, de comercialización, pues Zapopan es una zona de consumo.
Han sabido aprovechar también los programas que ofrece el gobierno, como el diesel subsidiado, el de alianzas y el PROMAF. Dice sobre la urbanización González Salazar que cuando el campo está por cosecharse hay robos. “Se habla de que debe impulsarse la labranza cero, pero en una zona dentro de lo urbanizado pasa la gente y te avienta un cerillo es un riesgo dejar esquilmo agrícolas y uno llega a la conclusión de que mantuvieran agrícolas las zonas».
Recomienda paciencia en su actividad y esperar “para saber que es lo que tenemos que hacer y como lo vamos a resolver”. En este año, la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Occidente estima que se habitarán 180 mil viviendas más en Tesistán, donde aún quedan agricultores que creen en el potencial agrícola del suelo.
No debería permitirse el cambio de uso de suelo en el valle de tesistan.tierras de cultivo a zona habitacional.