ALEJANDRA ZENZES. EL SOL DE MÉXICO.

En el calendario de la ONU esta es una de las fechas más emblemáticas para promover la conciencia global en torno al medio ambiente. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el gobierno alemán se comprometieron a ayudar a Colombia en los eventos a realizarse. Y en este marco, nuevamente la tecnología se convierte en la solución y se desarrollarán diversos encuentros a distancia en todo el mundo, para abordar el tema.
Lo mismo ocurrirá con la problemática relativa a los mares y océanos; desde 2008 se instauró el 8 de junio como Día Mundial de los Océanos, con la finalidad de dar a conocer la importancia que el ecosistema marino tiene para el planeta y las amenazas que enfrenta. Este asunto cobra especial importancia porque la UNESCO decretó el decenio de los océanos y en la COP 25 de Cambio Climático el tema de mares y océanos se percibe como fundamental en los siguientes años para frenar el calentamiento global. En este caso, la Unidad de Océanos de la ONU decidió organizar la semana mundial de los océanos y será una jornada que se ha realizado del 1 al 12 de junio, de manera digital, y se desglosa todo el conocimiento que se ha generado sobre los mismos, con el lema “innovación para un océano sostenible”. Al igual que lo ocurrido estas ocho semanas, tendrán lugar un sinnúmero de eventos digitales como foros, talleres, presentaciones de libros y fotografías, documentales, largometrajes, etc.
Estos eventos representan un nivel de riqueza grandísimo al difundir el conocimiento a todo mundo, ya que en su gran mayoría, los eventos son de libre acceso, lo que nos lleva a repensar el desarrollo desde una óptica de transversalidad ambiental. La siguiente pregunta que nos debemos hacer es cómo se va a poner en marcha todo este conocimiento que será absorbido por una comunidad cada vez más amplia de personas que se están sensibilizando en torno a la importancia de proteger el ambiente y sus ecosistemas.
Estos procesos no sólo suceden en los eventos internacionales o en las conmemoraciones de días importantes; en México tenemos una oferta grandísima de foros digitales sobre diferentes temas de la agenda. De hecho, me atrevo a concluir tempranamente que si no empezamos por ordenar la oferta existente en el mediano plazo, dejarán de ser tan atractivos estos espacios.
Pero los temas de cambio climático, biodiversidad, mares y costas, energías renovables, movilidad, manejo de residuos, por señalar algunos, seguirán siendo los principales problemas a nivel mundial, con la nueva exigencia que hoy ya es evidente, de relacionar éstos con la agenda de salud humana. Cuando la tecnología y la innovación son herramientas fundamentales para poder seguir avanzando, hoy más que nunca la toma de decisiones de los gobiernos y del sector privado debe de estar sustentada en la ciencia y el conocimiento; hoy nos enfrentamos a la necesidad primordial de replantear o repensar las formas de desarrollo y de convivencia con el entorno ambiental. Tenemos una gran senda frente a nosotros que recorrer y la ciencia y la tecnología deben de verse como una de las principales herramientas de la nueva forma de entender el medio ambiente y el desarrollo.
Ambientalista