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miércoles , 22 septiembre 2021
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Siempre sí… el pulpo tendrá que esperar

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VERÓNICA MARTÍNEZ. LO BÁSICO. EL FINANCIERO.

La contingencia está marcando a esta pesquería en Yucatán y a la producción nacional y sí… el festín pulpero tendrá que esperar, no hay demanda del producto en el exterior, ni a nivel nacional.

Aunque la temporada de captura de pulpo inició el 1 de agosto y termina el 15 de diciembre, la contingencia no ha permitido el arranque real de la pesquería, porque el precio al pescador de 30 a 40 pesos no es atractivo, así que casi 90 por ciento de las embarcaciones ribereñas no están saliendo al pulpo y 80 por ciento de los barcos están amarrados.

Hace unas semanas comentamos en este espacio que el inicio de esta pesquería, importante por su impacto social y económico, podría posponerse ya que los industriales o empresarios no darían los tradicionales ‘adelantos’, que son los recursos para la compra de las artes de pesca, carnada y avituallamiento previo a la salida.

Ocurrió. Los puertos de la costa yucateca lucen desangelados, la fiesta que provoca cada temporada de pulpo está ausente.

Las lanchas o barcos no portan las tradicionales jimbas, cordeles y plomos, que son las artes de pesca, ni se registra el ir y venir de hombres y mujeres que reciben a los pescadores tras ocho horas en el mar.

De las 22 mil toneladas que se capturan en Yucatán, la mitad se exporta a Europa principalmente, y el resto lo demandan en estados de la República mexicana.

Para su captura, participan 12 mil 500 pescadores en Yucatán, y en la industria, es decir las plantas congeladoras, se emplean 83 mil personas directa e indirectamente.

Estos elementos dimensionan que es una actividad de impacto social y económico para el estado de Yucatán.

Genera divisas y la derrama económica llega directamente a los pescadores o trabajadores.

Es por estas razones que cada año, del 1 de agosto al 15 de diciembre, se considera que ocurre el festín pulpero, porque llegan a la costa hombres y mujeres a emplearse en esta cadena productiva.

La crisis económica mundial, la baja de consumo de pulpo de los europeos, principales compradores, en las entidades federativas y un bajo consumo en Yucatán, contribuyen a que la demanda sea menor.

A todo esto se suma que las empresas congeladoras tienen 7 mil toneladas en inventario de la temporada pasada, por lo que el mercado no está pidiendo el producto ni local, nacional e internacionalmente, así que el primer eslabón de esta cadena, es decir los pescadores, son los más afectados, los más vulnerables.

México es el cuarto productor de pulpo en el mundo, y la contingencia está marcando esta temporada, que de prolongarse, tendrá efectos serios en la economía de los pescadores y sus familias, principalmente.

Sí, el pulpo fresco a las brasas, tendrá que esperar.

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