ANTIMIO CRUZ BUSTAMANTE. CRÓNICA.
NUESTROS CIENTÍFICOS. Hace diez años decidí enfocarme en este tema de estudio, a partir de un trabajo que encargó el Instituto Nacional de Ecología a la UAM sobre el comportamiento que tendría en el medio ambiente el uso de nuevos plásticos que estaban apareciendo en el mercado y que se convertirían en residuos, explica.
Alethia Vázquez es miembro del Grupo de Microplásticos en Ambientes Marinos, de la UAM-Azcapotzalco. (Foto. UAM-Azcapotzalco)
Existen miles de tipos de plásticos, aunque los que más conocemos son los que tienen corta vida porque los usamos en envases y embalajes como el PET de botellas o cajas de ensaladas; el polietileno que es parte básica de las bolsas; el polipropileno, usado en popotes, tapas y rafia, y el unicel o poliestireno, usado en platos y vasos térmicos. La naturaleza tarda cientos de años en degradar estos materiales porque están hechos de moléculas miles de veces más grandes que el tamaño de la molécula del agua y con eslabones muy fuertes. Por eso, incluso las bacterias tienen dificultad en absorberlos a través de su membrana. En conclusión: es indispensable que cada persona tome conciencia de la gran cantidad de plásticos que desecha a diario y cambie sus hábitos de consumo; de lo contrario, ningún gobierno, universidad ni empresa podrá parar la gigantesca ola de desechos y sus efectos catastróficos en el ambiente.
Así lo explicó a Crónica la doctora Alethia Vázquez Morillas, científica mexicana que es parte de un grupo de investigadores que ha recorrido, en un automóvil volkswagen sedán azul, miles de kilómetros de costas mexicanas tomando muestras de suelos y agua para medir la presencia de residuos plásticos y microplásticos en playas y ríos que desembocan al mar.
En diciembre pasado, esta investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco (UAM-A) fue designada como asesora del Programa de Naciones Unidas para Medio Ambiente (PNUMA), dentro del Comité Científicos Asesor de Residuos Marinos y Microplásticos.
“Hace diez años decidí enfocarme en este tema de estudio, a partir de un trabajo que encargó el Instituto Nacional de Ecología a la UAM sobre el comportamiento que tendría en el medio ambiente el uso de nuevos plásticos que estaban apareciendo en el mercado y que se convertirían en residuos. A mí me tocó dirigir el estudio y en ese momento me di cuenta de que en México no teníamos información y se estaban tomando decisiones legales que iban a tener implicaciones ambientales inesperadas”, dijo a este diario la profesora e investigadora nacida en la Ciudad de México, pero que vivió su infancia en lugares como Tuxpan, Veracruz y en la capital del estado de Aguascalientes, debido a que su papá es militar y la familia se mudaba a los lugares donde él era asignado a trabajar.
Alethia Vázquez y el grupo de la UAM han trabajado arduamente, en la última década, para generar información útil y válida que mejore la toma de decisiones de las autoridades mexicanas. Desde entonces han realizado recorridos larguísimos, en los 11 mil kilómetros de costas nacionales, estudiando suelos y aguas costeras para medir la presencia de microplásticos, además del trabajo que hacen en sus labotarorios, en Azcapotzalco. Este esfuerzo incluye estudios detallados de presencia de plásticos en 50 playas de Golfo de México, Mar Caribe y Océano Pacífico.
“La verdad, de niña me gustaba mucho la escuela, pero nunca me imaginé que al crecer me dedicaría a investigar la contaminación por plásticos. Yo comencé investigando temas de tratamiento de agua; sobre eso hice mis tesis de maestría y doctorado, pero ahora que trabajo en investigaciones sobre plásticos, creo que aquella niña que fui se sentiría sorprendida y orgullosa de saber lo que ahora hago”, explicó Vázquez Morillas.
El comité científico del PNUMA está integrado por 50 investigadores de varias instituciones y países, y la académica de la UAM actuará en representación de México en las tareas para conducir un nuevo documento de evaluación de la situación global sobre el flujo de basura plástica y microplásticos que se vierten al medio marino. Desde hace algunos años, el PNUMA emitió un diagnóstico internacional sobre la situación y ahora el mandato es generar un nuevo informe sobre los avances que se han tenido respecto de la problemática.
TODOS SOMOS RESPONSABLES. Al escuchar la pregunta de Crónica sobre qué tan eficiente puede ser la medida adoptada por las autoridades de la Ciudad de México para prohibir la entrega de bolsas de plástico de un solo uso en el comercio de la capital de la República, la profesora Vázquez Morillas opina que sí representa un avance porque está fundamentada en buena información, pero aclara que todavía es una acción muy pequeña en comparación con el tamaño y complejidad del problema de los residuos plásticos.
“Las medidas que se implementaron este año en la Ciudad de México están mejor pensadas que las que se intentaron adoptar en 2009, que eran muy ambiguas y difíciles de aplicar. Lo que es muy importante entender es que este problema no sólo tiene que ver con la forma como se usan y tiran las bolsas, sino que nos está indicando que hay un problema con la forma como consumimos y manejamos los residuos. Eso es mucho más complejo que el cambio de una ley, tiene que ver con la responsabilidad de cada uno de nosotros porque todos desechamos muchos residuos de plásticos por nuestros hábitos de consumo”, indicó la doctora de la UAM, quien realizó sus estudios de maestría en la Universidad de Manchester, Inglaterra, y realizó su tesis de doctorado con investigaciones en la UAM Azcapotzalco y la Universidad de Iowa, Estados Unidos.