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Vaticinan baja en la exportación ganadera

ANTONIO GARFIO / ALFREDO MENA MARTÍNEZ / EMMANUEL FERNÁNDEZ. EL HERALDO DE CHIHUAHUA.

Baja preñez se notará en algunos meses más al disminuir el ganado que pueda exportarse, sequía deriva en falta de alimento para las reses.

La exportación de ganado para 2021 se encuentra en graves problemas a consecuencia de múltiples factores ocasionados por la sequía, como lo son la falta de agua y alimento para el ganado en pie, lo cual podría reducir las cifras que se habían mantenido a la alza en los últimos años hasta en un 50%.

“Estamos recomendando la venta de sus hatos a los ganaderos, pero también hay que tomar en cuenta que por la baja cantidad de agua y comida durante este año, las preñeces se redujeron hasta en un 50%, lo que pronostica una caída de nacimientos que puede alcanzar hasta el 30% el próximo año”, explicó Enrique Estrada, jefe del departamento de ganadería de gobierno del estado.

Según las cifras de la Unión Ganadera, en promedio cada año se exportan 469 mil 455 cabezas de ganado de la entidad para Estados Unidos, lo que colocó a Chihuahua en primer lugar nacional el año pasado, según la Secretaría de Desarrollo Rural Estatal; la exportación de este año apunta para superar las 500 mil cabezas.

Por su parte, el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera de (SIAP) informa que el inventario de Chihuahua alberga un total de 2 mil 209 bovinos, repartidos en 14 millones 297 mil 823 hectáreas de agostaderos en la región.

“El número de ganado que se exporta ha venido con una tendencia a la alza los últimos años, desgraciadamente este año estamos pasando por baja preñez, que se va a reflejar en bajas pariciones”, puntualizó.

En cuanto al incremento del ganado de exportación que se coloca en los mercados, los productores apuntan a que se debe a las acciones que se realizan para los cuidados del ganado, como los minerales que ingieren las reses y mantener una buena alimentación.

“Estamos solicitando a los productores que el alimento de forraje que se produce en la entidad se quede en la entidad, para alimentar a nuestro ganado, que a pesar de no ser alimento de mucha aportación de nutrientes, ayuda a mantener las cabezas en buen estado de alimentación”, explicó Estrada Gutiérrez.

Según las cifras de Coparmex nacional, Chihuahua produce 228 mil hectáreas de avena de forraje y 90 mil hectáreas de alfalfa verde, que sirve para estos fines, ocupando primeros lugares nacionales en estas producciones.

“Estamos viviendo una situación que es realmente muy difícil para el estado, por lo que hemos estado concientizando a los productores a través de pláticas de que el vender el 50% de su hato sí es recomendable para el próximo año, pero que no caigan en las ventas de pánico, porque va a ser más lo que pierdan”.

Descartan desabasto de carne

En Ciudad Juárez, el precio del kilo de carne de res se ha incrementado entre un 30 y 50 por ciento de marzo a la fecha como consecuencia del incremento en la demanda, al tiempo que aumenta el consumo de este alimento.

FOTO: Gerardo Aguirre. El Heraldo de Chihuahua.

Añadió que los negocios del ramo, resintieron una baja en las ventas a restaurantes, fondas y otros negocios que utilizan el producto en la elaboración de sus productos, sin embargo el consumo doméstico logró compensar y superar la baja.

Pablo Durán Molina, dijo que el hecho de que mucha gente se quedara en casa generó una mayor compra del producto, lo que provocó su encarecimiento.

Actualmente en nuestra región se consumen alrededor de 120 toneladas de carne de res al mes, independientemente de lo que se abastece de pollo y puerco.

Añadió que no se ha presentado abasto y tampoco cree que pueda presentarse en lo que resta del año, aún y cuando el campo chihuahuense enfrenta serios problemas con la sequía que hace prever una reducción en la producción de ganado para carne.

Dijo que actualmente del 100 por ciento de la carne que se consume en Ciudad Juárez, el 20 por ciento es de importación, un 40 del Estado y otro 40 de la zona de Torreón, Coahuila.

Comentó que en el supuesto de que baje la producción estatal, se tiene asegurado el abasto en base a la concurrencia de productos de otras entidades o del extranjero.

Al referirse a los precios al público, dijo que la pulpa, por ejemplo, se vende entre 170 y 180 pesos el kilo, la deshebrada en 130 a 150, la chuleta del Chuck, para asar, entre 100 y 120

Señaló que no se ha presentado escasez porque se cuenta con diversas opciones para traer el producto.

Calculó que en volumen la cantidad de carne de res que se consume aquí se ha incrementado en un 30 por ciento en relación a la que se vendía antes del inicio de la emergencia sanitaria de la pandemia del Covid-19.

Añadió que los negocios del ramo, resintieron una baja en las ventas a restaurantes, fondas y otros negocios que utilizan el producto en la elaboración de sus productos, sin embargo el consumo doméstico logró compensar y superar la baja.

Añadió que conforme avance la operación de los negocios que preparan alimentos, es posible que se mantenga el alto consumo de carne, con una probable baja del consumo en hogares.

En lo que se refiere al mes de diciembre, es cuando se incrementa la demanda de carne de puerco, que ocupa una mínima parte de la alimentación de los juarenses, pero que se utiliza en mayor proporción para la elaboración de tamales y otros platillos propios de la temporada.

Por sequías, Chihuahua redujo entregas de agua desde 1994

Pese a señalamientos de Conagua a Chihuahua, estudio de la propia dependencia de 2011 reconoce las causas de la disminución de aportaciones al Tratado con Estados Unidos.

La Comisión Nacional del Agua acusó a Chihuahua de bajar su aportación de agua para el pago del tratado de un 54 al 38%, sin embargo, un estudio realizado por la misma dependencia en el 2011 y publicado en el Periódico Oficial de la Federación, detalla las causas de la disminución en las que destacan las sequías en tres periodos críticos, falta de nevadas en las zonas altas y reducción de ciclones importantes en el Pacífico y Golfo de México desde 1994, que favorecían los escurrimientos.

El 18 de mayo 2011, siendo director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege Tamargo, fue dado a conocer el resultado de los estudios técnicos de la Región Hidrológica número 24 Bravo-Conchos.

En dicho documento de 39 páginas detallan que la Región Hidrológica número 24 Bravo-Conchos, se localiza al norte del país en la parte central de América del Norte, su cauce principal y la frontera entre los Estados Unidos de América y los Estados Unidos Mexicanos es el río Bravo, mismo que comprende desde las ciudades de El Paso, Texas y Ciudad Juárez, Chihuahua, hasta su desembocadura en el Golfo de México.

En la Región Hidrológica están comprendidas partes de las entidades mexicanas de Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León y Tamaulipas; tiene una superficie de escurrimiento de 226,275 kilómetros cuadrados.

El estudio reconoce que las cuencas que integran el río Conchos (nace al suroeste del estado de Chihuahua), forman el área de aportación más grande de las corrientes mexicanas que descargan al río Bravo y tiene una superficie de escurrimiento de 65,770 kilómetros cuadrados, que representa el 29% de la Región Hidrológica.

Pero ha sido en esta cuenca donde la sequía más ha pegado, remarca el documento. Por ejemplo señala que en Distrito de Riego 005 existían 79,555 hectáreas de riego de las cuales a partir de 1995 fueron regadas únicamente 11,187 hectáreas y logró recuperarse para el 2001 a 25,158 hectáreas. En el Distrito de Riego 009 del Valle de Juárez de 20,816 hectáreas regables en 1995 fueron 17,742 hectáreas y para el 2001 tenían registro de 10,380 y en el Distrito 090 del Bajo Río Conchos de 10,715 hectáreas, bajó a 5,513 en 1995 y 5,362 para el 2001.

El informe señala que a partir de 1994 los escurrimientos de los seis tributarios para el pago del agua empezaron a reducirse. Cita que de 1940 a 1991 había un escurrimiento anual promedio de 1,508 hm3, pero justo en 1994 comenzó la crisis por la falta de lluvias al descender los escurrimientos a los 499 hm3 en promedio por año.

Resalta el estudio de la Conagua que la Región Hidrológica número 24 Bravo-Conchos se localiza en la parte semidesértica del país y son las lluvias las que producen escurrimientos importantes en esta región producto de la influencia de ciclones tropicales, del Pacífico en las cuencas del río Conchos y del Golfo de México, pero desde 1994 no se han presentado ciclones que hayan dejado buenas precipitaciones en la cuenca del Conchos a excepción de algunos remanentes que han influido sobre todo en la región ubicada entre las presas internacionales y en particular en las cuencas de la División Río San Juan, ubicado entre los estados de Nuevo León y Tamaulipas.

Además detalla que en los últimos 50 años se han registrado sequías en tres periodos críticos: entre 1948 y 1954, entre 1960 y 1964 y la más reciente de 1993 a 2011 afectando simultáneamente a los 5 estados de la región.

La duración de estas sequías es de 2 a 4 meses, pero ocurren siempre entre los meses de julio a septiembre que deberían de ser los de mayores precipitaciones pluviales. Actualmente el estado de Chihuahua tiene un acumulado de precipitaciones de apenas 197 mm, cuando en un año normal debería haber un acumulado de 430 mm.

Aunado a la falta de lluvias, también resalta la disminución de nevadas en la parte alta de las cuencas del Río Conchos que aunque no existen registros de la frecuencia y del espesor de la capa de nieve, es factor determinante para la generación de los escurrimientos en esas cuencas. En los últimos 10 años, la presencia de nevadas ha sido nula lo que ha coadyuvado a la disminución altamente significativa en los escurrimientos generados en la región, remarca el documento.

Advierte el estudio que las sequías producen efectos sociales importantes, pues generan desempleo y migraciones, llegando a provocar diferencias entre los usuarios del agua, abandono de las tierras y competencia entre el abastecimiento para consumo humano, la agricultura y la ganadería.

Algo que también resalta es que la evaporación en cuerpos de agua es la segunda más alta del país, representando cerca del 48% de la demanda de aguas subterráneas de la región.

Como conclusión afirmar que la Región Hidrológica número 24 Bravo-Conchos muestra evidencias de deterioro de la calidad del agua, desequilibrio hidrológico y sobreexplotación. Señala como urgente la instrumentación de un reglamento para el uso, aprovechamiento y distribución para las aguas nacionales superficiales, considerando diferentes escenarios de precipitación y escurrimiento, pero dicha reglamentación debe ser desarrollada con la participación de los gobiernos de los estados y municipios, los usuarios del agua y la sociedad organizada, conjuntamente con el gobierno federal en el seno del Consejo de Cuenca Río Bravo.

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