Los ingresos muy apenas son del 50% en un año ordinario, calificó José Renato Martínez Polanco.
Carniceros señalan tener problemas en las ventas.
“Sin pandemia aquí echábamos un promedio de seis reses por semana, y ahorita echamos dos y media, hasta tuvimos que reducir nuestros horarios en el local, porque las ventas se vinieron abajo”, comentó.
A semanas de cerrar este año y por el panorama con el que conviven, aseguró que no habrá aumento de ventas, porque la economía familiar es precaria, y si la sociedad padece, las carnicerías también, al referir que tuvieron que despedir personal por falta de solvencia.
Actualmente los ingresos muy apenas son del 50%, de un año ordinario, donde hasta las cabezas de ganado con las que comúnmente trabajan, decayeron.
“Rascando de aquí y allá, por lo difícil que ha sido estos dos últimos años. Las ventas son de un 50% de un año ordinario, y aunque confiamos en que pueda repuntar esto, la verdad vemos complicado el panorama”, dijo.
Indicó que anteriormente su local lo mantenía abierto desde las ocho de la mañana a ocho de la noche, ahora debe cerrar más temprano, porque llegado la tarde, lo que menos tienen son clientes.
“El colchón económico que había de plano se acabó, y la demanda en precios aumentó un 20%, lo que contrarresta para mejorar las expectativas. Con una cuarta ola, que confiamos no suceda, porque entonces vamos a batallar mucho más”
La variante ómicron es para este sector una complicación a la tan lastimada economía, donde piensan que de darse conjuntamente con una cuarta ola, pocos serán los negocios que sobrevivan, porque no tendrán una solvencia económica que les ayude a la opción de créditos, pues no hay liquidez.
La carnicería de la que es dueño, llamada “Mar-Pol”, está ubicada en la zona centro de Altamira, tiene 55 años con sus puertas abiertas al público, y espera no cerrar, pero ante las circunstancias desatadas por la contingencia que causa el covid-19, teme no poder sostener el negocio.