Hace 700 millones de años las plantas empezaron a escapar del mar y a poblar la Tierra, y al hacerlo empezaron a aumentar el nivel oxígeno en la atmósfera al tiempo que reducían el CO2, y este cambio fue una gran ayuda para la evolución de nuevas especies animales.

No sé si es a pesar de que vivimos literalmente rodeados de plantas o justamente por eso, por su omnipresencia y por nuestra total y absoluta dependencia de ellas, que poca gente parece recordar lo impresionantes que son estos seres, los más pequeños y los más grandes de nuestra Tierra. La historia de las plantas es una llena de cambios y separaciones, de rupturas familiares y de grandes e impresionantes logros que no sólo dieron forma a la Tierra que pisamos, primero posibilitaron que pudiéramos existir, respirando sus desechos. Hablemos de la maravilla subvalorada que son las plantas, y empecemos por hablar de su origen.

Cuando el fenómeno de la vida emergió en la tierra, todos los seres vivos sobre la faz del planeta eran organismos unicelulares muy, muy simples (ingerir a otras células, sentir la luz o, los más avanzados, convertirla en comida), pero todo eso empezó a cambiar hace unos 2,000 millones de años (Ma), porque entonces aparecieron las células eucariotas, o células con “órganos” (u organelos, cosas como un núcleo o las hebras de ADN) que en algún momento de su evolución como ingirieron otra célula pero sin digerirla, y esta se convirtió en la fuente de energía de la célula más grande: se convirtió en su mitocondria, la fuente del ATP, el alimento básico de todas las células modernas.

Unos 500 Ma después, las eucariotas se separaban en tres linajes diferentes que dieron origen a los tres grandes reinos, animales, hongos y plantas. Aún no tenemos muy claro en qué orden sucedió esto, sí sabemos cuándo aparecen las primeras células con cloroplastos, el órgano donde se realiza la fotosíntesis que alimenta a la gran mayoría de plantas modernas. Hace 700 Ma las plantas empezaron a escapar del mar y a poblar la Tierra, y al hacerlo empezaron a aumentar el nivel oxígeno en la atmósfera al tiempo que reducían el CO2, y este cambio fue una gran ayuda para la evolución de nuevas especies animales.

Alrededor de 400 Ma durante la Explosión Cámbrica, un período de auge y diversificación en que aparecieron los antecesores de la mayoría de plantas y animales que hoy existen, surgen las primeras plantas vasculares, es decir, plantas que pueden transportar agua en su interior, con lo que las plantas dejan de ser meras manchas verdes o con estructuras muy simples y siempre en tierra empapada, o en los pantanos que abundaban en la época. Aquí aparece la lignina, una compleja cadena de polímeros que es el principal origen de la madera y las plantas leñosas, primeras en erguirse orgullosas hacia los cielos del Devónico.

Las primeras plantas en hundir sus raíces en el recién creado suelo terrícola fueron las gimnospermas (del griego para semilla desnuda), plantas que producen semillas pero no dentro de un ovario, sino en diversas estructuras, usualmente conos. Las gimnospermas poblaron la tierra hace unos 250 Ma, ocupando los nichos a los que los helechos y otras plantas con esporas no podían llegar, con lo que las especies dominantes pasaron a ser las cícadas, los ginkgos y la rama más numerosa de la familia: Pinae, las gigantescas coníferas. Estas de inmediato comienzan a formar los primeros grandes bosques que aparecerán en la Tierra. El resto de la vegetación de la época es fácil de imaginar si alguna vez has visto una película de dinosaurios, ellas eran el telón verde de la época.

Hasta aquí la historia de las plantas ya es bastante asombrosa, especialmente si revisamos la importancia que tienen en la formación de nuestra atmósfera, la conformación de la orografía e hidrografía de la litósfera, y la parte crucial de la biósfera que representan. Han sobrevivido tres extinciones masivas y no se detuvieron ahí, sino que continuaron evolucionando y encontraron una nueva manera de influir aún más en el planeta y la vida, especialmente la del reino animal: florecieron.

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