ALBERTO AGUILAR. NOMBRES, NOMBRES Y…NOMBRES. EL HERALDO DE MÉXICO.
RECIÉN LE PLATICABA en torno a una reunión que habrá el 10 de abril con el rubro azucarero para tratar de resolver la problemática que enfrentan los ingenios.
Diversas agrupaciones restringen la salida del azúcar para regular las existencias de ese producto, en el contexto de la sobreoferta que hay en el mercado y la afectación de los precios incluido el de la caña de azúcar.
La presión se da en el marco de la llegada del gobierno a cargo del presidente Andrés Manuel López Obrador y la aparición de nuevos liderazgos.
De ahí la presencia del nuevo Sindicato Autónomo para el Campo que encabeza Pedro Haces Barba y de Cañeros Produciendo por México de Jorge Alejandro Carvallo.
Las agrupaciones a vencer son CNC que comanda Daniel Pérez y la CNPR a cargo de Carlos Blackaller.
De hecho ayer trascendió una nota en la que se asegura que Blackaller es socio de Sucroliq de Enrique Bojórquez. Se le acusa de traidor al gremio cañero, puesto que esa firma importa azúcar cruda desde EU.
El propio líder ya precisó que la Unión de Cañeros (CNPR) que él representa es socia de esa compañía y no él en lo personal. El propio Bojórquez reconoce la compra de 50 mil toneladas (tons) de azúcar a muy buen precio al “trader” ED&F Man y Grupo Sáenz que lleva David Ekman, cantidad que asegura no pinta vs las importaciones anuales de fructosa por un millón 500 mil tons.
El ámbito azucarero está caldeado puesto que hay grandes remanentes del edulcorante. Además la demanda se ha precipitado por las campañas contra la obesidad.
Ayer Blackaller propuso actualizar la metodología del precio de referencia del azúcar para el pago de la caña.
Su propuesta se da de cara a la reunión convocada por Agricultura (SADER) de Víctor Villalobos para resolver la problemática del sector.
Se estima que las condiciones para fijar el precio de la caña deben atender la entrada de la fructosa, las restricciones que hay para exportar a EU y una producción nacional que sólo en un 66% se realiza aquí, en tanto que 17% se lleva al vecino país del norte y otro 17% al mercado spot.
Se estima que es nodal que los ingenios cumplan con la exportación de sus excedentes, que la IP no socialice con los cañeros sus pérdidas y que se sumen procesos no tradicionales como el etanol, tema que está en los planes de Villalobos.
Este jueves la CNC sostuvo una reunión con la industria. Participaron varios de los miembros fuertes de la cámara (CNIAA) que lleva Juan Cortina. Se amarraron compromisos específicos para estabilizar las condiciones de la caña.
Igual corrió la versión de que SADER prepara algunos subsidios para apoyar a los cañeros y cortar de cuajo con la presión, obviamente a cambio del impulso de medidas estructurales que estabilicen el mercado.
No todo el mundo ve con buenos ojos esos apoyos que beneficiaría a 260 municipios de 15 estados, ya que su efecto es de corto plazo y con el riesgo de tener que preservarlos en el tiempo.
En todo caso habría que acotar las importaciones de fructosa desde EU, para privilegiar al campo mexicano, pero se entiende que el horno no está para bollos, máxime la posición beligerante de Donald Trump.
LA BUENA NOTICIA es que esta semana los productores de jitomate tuvieron un par de reuniones con el Departamento de Comercio de EU que comanda Wilbur Ross. Se logró que esa instancia abriera la puerta para ese expediente ya en su recta final y se presentó una propuesta para renovar el Acuerdo de Suspensión que data de hace 23 años. Quizá no haya que esperar demasiado para que haya noticias, dado que nuestros agricultores atendieron muchas de las demandas planteadas por sus contrapartes de Florida. Estuvieron CAADES que dirige Mario Robles, la Asociación Mexicana de Horticultura Protegida (AMHPAC) que preside Oscar Woltman, el Consejo Agrícola de Baja California de Salvador García y la Asociación del Yaqui-Mayo.