ANTIMIO CRUZ. CRÓNICA.
Se está presionando a Conabio para ver si truena, dijo una de las cesadas y acota que es el tercer año que disminuye su presupuesto/ “Con exactitud, hace 2 años y 5 meses que no se entregan los recursos como se hacía desde 1992”

El Presidente de México no dimensiona los daños extremadamente graves que va a provocar en la vida de las personas la destrucción del medio ambiente y el desmantelamiento de las instituciones que pueden ayudarlo a tomar decisiones acertadas. Así lo expresaron a Crónica cuatro científicos que trabajaron entre 10 y 20 años en la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), pero que fueron separados de sus cargos el pasado miércoles 28 de abril, en un segundo recorte de plazas que esta vez afectó a, por lo menos, 40 de los 250 trabajadores en activo.
Media docena de especialistas recién cesados escribieron a este diario y posteriormente se les realizaron cuatro entrevistas individuales, verificando sus nombres, cargos y antigüedad en la institución. Con ellos se adquirió el compromiso de reservar su nombre en el anonimato hasta que concluya su liquidación.
“Se está presionando a Conabio para ver si truena”, dijo una de las personas cesadas al señalar que está transcurriendo el tercer año sin que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) entregue a la Comisión los recursos que debería. Con exactitud, hace 2 años y 5 meses que no se entregan los recursos como se hacía desde 1992. Paradójicamente en los últimos 6 meses sí se recibieron recursos de otras secretarías, lo que no había ocurrido antes.
Ningún país del mundo tiene una institución como Conabio, la cual se puede describir como el INEGI de las plantas y los animales que existen en México. Fundada en 1992, esta Comisión Intersecretarial es la única institución que puede responder, al día, preguntas como: ¿Cuántas especies animales y vegetales habitan en México?¿Dónde se localizan?¿Qué poblaciones de flora y fauna están creciendo?¿Qué poblaciones están disminuyendo?¿Qué amenazas enfrentan?¿Qué posibles usos se puede dar a ese patrimonio natural?
Las personas despedidas tienen al menos una década de especialización en campos como taxonomía; construcción y uso de grandes bases de datos de información biológica; modelado de cambios de poblaciones; derecho internacional en temas ambientales; especies invasoras, agroecología; litigios contra Organismos Genéticamente Modificados; recursos maderables; usos y manejo de flora y fauna, y comunicación de la ciencia, entre otros.
“No somos trabajadores como un contador que puede aplicar sus conocimientos de la misma forma en Black and Decker, Kimberly Clarck o un changarro. Muchos de nosotros hacemos un trabajo híper especializado que en México sólo hace la Conabio y que muchos países ni siquiera realizan”, dice una de las personas cesadas, que tiene más de 15 años de especialización en inventarios bióticos.
El origen del problema, dicen los afectados, es la creencia falsa de que todos los fideicomisos son símbolo de corrupción y como la Conabio es financiada a través del fideicomiso llamado Nacional Financiera Fideicomiso Fondo para la Biodiversidad, el objetivo político es desaparecerlo a como dé lugar, a pesar de la transparencia con la que se han manejado los recursos económicos.
“En el discurso, el actual gobierno quiere ahorrar. Sin embargo no se da cuenta de que al despedir a personas altamente especializadas de programas o bases de datos altamente especializados hay doble pérdida: al ser humano se le arroja al mercado laboral a ofrecer una habilidad que ninguna institución o empresa usa, y a la base de datos se le condena a quedar almacenada en un CPU, ya que por el grado de especialización, no hay quien sepa operarla”, explicó una de las personas cesadas después de una década de construcción y manejo de bases de datos. Reconoce que sólo los programas más famosos de Conabio se mantendrán, como el Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad (SNIB), Naturalista, el Catálogo de Autoridades Taxonómicas o A ver Aves, pero otros de gran importancia para el desarrollo sustentable del país no fueron considerados para continuar como los de usos de la biodiversidad.
Otra de las especialistas, que construía una nueva base de datos que quedará inconclusa dice que los últimos dos años han sido de un naufragio extendido porque se sabía que las secretarías de Estado, como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) también están experimentando recortes y no estaban entregando recursos a Conabio, por lo que se han comido poco a poco “el colchón financiero” que queda en el Fideicomiso.
“Como trabajadora me duele la separación, pues es volver a empezar, después de casi veinte años y nos dejan muy desprotegidos. Y como mexicana me preocupa ver cómo han quitado fortaleza al sector ambiental en un momento donde están avanzando los daños ambientales rápidamente y el gobierno no va a tener a la mano la mejor información para decidir. Hay que fortalecer a la Conabio y hay que fortalecer a todo el sector ambiental y organizarlo para que funcione con cohesión”, dijo una de las personas que vio cómo sus funciones y proyectos se fueron cancelando poco a poco desde hace dos años.
Cuando se les pregunta qué le dirían al Presidente de México si pudieran hablar con él, todos comienzan por decir que no los escuchará porque para su gobierno, en comparación con los países del primer mundo, el medio ambiente no importa.
“Lo más triste es desaparecer y que esa pérdida pase de noche. Eso está pasando con muchas especies, eso está pasando con programas donde se perderán recursos humanos muy especializados y eso puede pasar con las funciones de la Conabio. Dicen que la Semarnat ha pedido que desaparezca más plazas para darle apoyo financiero. Esto puede quedar como un cascarón o un elefante blanco, aunque se siga llamando Conabio”, dice una trabajadora con más de 15 años de antigüedad. También deja al aire la pregunta de por qué no han cesado a directivos o el implementado un reajuste de tabulador para que no haya recorte.