CAMPECHE, Campeche. Como una burla calificó el presidente de la Confederación Nacional Agronómica, Arturo Villarino, el desinterés del Gobierno Federal por la situación económica por la que atraviesa el campo con la entrada en vigor del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Consideró como un acto de cinismo que los secretarios de Agricultura, Alberto Cárdenas Jiménez; el de Gobernación, Juan Camilo Mouriño Terrazo; y Eduardo Sojo, de Economía, se hayan presentado con las manos vacías al diálogo al que convocaron las organizaciones campesinas del país para buscarle una solución a la crisis en la que se encuentra el sector.
Por eso, dijo, los representantes de las diversas organizaciones campesinas e involucrados con el sector “dejamos plantados a los secretarios, quienes muestran desinterés y hasta desconocimiento de la materia, como es el caso del propio titular de la Secretaría de Agricultura, Alberto Cárdenas Jiménez”, a quien consideró como incompetente.
Dijo que la situación por la que atraviesa el campo es grave y el Gobierno Federal, en lugar de buscar soluciones al respecto, pone oídos sordos al ignorar las inconformidades que ha generado la apertura del capítulo agropecuario del TLCAN.
Asimismo, consideró como positivo el anuncio sobre una posible renegociación del capítulo agropecuario del TLCAN, lo que vendría a representar un respiro para el campo mexicano.
Habría que esperar, dijo, si se da esta renegociación y qué panorama se pinta para el campo, que hasta ahora atraviesa por una de sus facetas más complicadas de los últimos años.
De igual manera mostró su confianza en los legisladores mexicanos, tanto en los senadores como en los diputados federales, a quienes exhortó a convencer al Ejecutivo Federal para que se dé cuenta de que el capítulo agropecuario es un error para el campo mexicano.
“Los legisladores son nuestras voces que deben ser escuchadas para convencer al Ejecutivo Federal de que está en un verdadero error el pretender demostrar de que todo el tratado ha sido favorable y que tenemos balanzas agropecuarias positivas, cuando realmente el déficit alimentario del país el año pasado fue de 18 mil millones de dólares”, explicó.
Expuso que México tiene una dependencia agroalimentaria del 45 por ciento con los Estados Unidos, lo que refleja la situación precaria en la que se encuentra el campo mexicano.
Por eso dijo que no es posible que el Gobierno Federal mantenga en áreas destinadas al campo a personas incompetentes, que carecen de las mínimas nociones sobre la situación por la que atraviesa el campo mexicano, además de que no tienen la voluntad política de escuchar a las organizaciones campesinas.